lunes, 4 de febrero de 2013

Yo los llamo príncipes.

Felipe, sí, como el príncipe que consigue despertar a la bella Aurora. Igual de fuerte, igual de valiente, con el mismo coraje, con el  mismo afán de superación. Ambos han de luchar. Pero aquí, la cosa cambia. Mientras que el Felipe que todos conocemos lucha contra una malvada hada convertida en un enorme, furioso y temible dragón. El pequeño Felipe lucha con un enemigo mucho peor. Un enemigo que consigue asustar solamente con recibir noticias de él. Un enemigo que no entiende de sexo, edad, personas a la hora de atacar. Se enfrenta a todos, y lamentablemente, suele acabar con todo. Se llama cáncer. 
Felipe y él llevan años enfrentados. Es una batalla que dura, dura y durará durante mucho tiempo. Es  luchar por convatir aquello que te está matando. Es luchar por vivir. 
Volverían a haber diferencias, pues se sustituye el poder despertar a una princesa, por el hecho de ganar la vida. 
Los suelen llamar niños de hospital. Yo los llamo príncipes. 

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